dimarts, 24 de desembre del 2013

Diferente, desconcertante.

Desde un principio fue desconcertante, diferente. Desde la presentación hasta la primera actividad. Me llamó la atención que el profesor nos dio la mano uno por uno al entrar por primera vez al aula. Admirable. Y también que no nos hizo una introducción al uso, no propuso un temario, ni unos plazos para cumplirlo, ni una forma de evaluar... Simplemente nos dijo que ésta era 'nuestra' asignatura, y 'nosotros' seríamos los que, en cierto modo, la diseñaríamos. Sí, me llamó la atención, podía estar bien.

La primera 'actividad' fue situarte en una esquina del aula, en función de lo que considerases que conocías sobre el movimiento. Distinto, desconcertante. Me coloqué en la esquina más poblada (no me gusta mucho resaltar), en la de los que consideraban que tenían una idea sobre que era el movimiento, pero no lo tenían del todo claro. Sin tener muy claro porqué, la verdad. Sé que sabía cosas, no sé si suficientes, supongo que estaba más cerca de no saber nada, que de saberlo todo. Pero yo seguía a la masa.

Todo me parecía muy ambiguo. No era capaz de encontrarle el sentido a muchas de las actividades, como por ejemplo, el dibujo que realizamos bajo el título ''La educación, el movimiento y yo''. De hecho, a día de hoy, día de despedidas, último día de 'nuestra asignatura', sigo considerándola tanto o más ambigua como el primer día. Sí, fui yo el que la acuñó en las 'evaluaciones informales' como un tipo de docencia 'futurista'. Me explico. Para mí y, creo con casi toda seguridad, para muchos de mis compañeros, una asignatura tan poco directiva, con tanta libertad de decisión sobre que tratar y como hacerlo, ha sido altamente difícil de seguir día a día. Y con esto no culpo al profesor, ni digo que su método sea erróneo. Todo lo contrario, pienso que es deseable, pienso que es un modo de educación en el que muy probablemente, si se consiguen los objetivos planificados, los estudiantes acabarán su periodo de aprendizaje con una mayor capacitación para cualquier ámbito, sobretodo el laboral.

En mi humilde, poco formada y, por ello, irrelevante opinión, el mejor método de aprendizaje para un alumno es aquel que consigue sus objetivos con mayor éxito. Y con objetivos para nada quiero referirme a un número, una nota. No, con objetivos quiero decir conocimientos. Para mí, el éxito está en proporcionar conocimientos al mayor número de alumnos posibles, y cualquier método será bueno si lo consigue. En mi caso, por ejemplo, si pienso que éste modelo de aprendizaje no ha funcionado del todo creo que ha sido principalmente, por supuesto, por culpa mía, porque como me lleva ocurriendo durante toda mi vida no me he esforzado todo lo que debiese. Me encantó un símil taurino que me dijo el profesor en una charla que tuve con él, por desgracia el penúltimo día de la asignatura (espero que no fuese demasiado tarde). Me dijo, que no embisto. Que me falta embestir. Y es cierto, siempre me planteo realizar infinidad de cosas en mi vida, tanto en el ámbito estudiantil, como fuera de él. Y no las realizo, no termino lo que empiezo, muchas veces me lo dejo a medias, y otras ni me pongo a ello. Y es una cosa que me lastra, y debo cambiar. Le doy las gracias por hacerme ver con esa metáfora algo que era evidente. Pero también creo que el modelo, en mi caso y supongo que en el del resto, ha fallado porque no hemos tenido un 'calentamiento', hemos pasado de asignaturas que se basaban en escuchar y anotar, a una asignatura que nos obligaba a pensar y decidir, pensar y elaborar, pensar... Una asignatura en la que muy pocas preguntas tenían respuesta, y tenías que darla tú, si es que la encontrabas. Una asignatura libre. Diferente, desconcertante.

Me consta, que en muchos países la educación en uso es la que nuestro profesor ha intentando implantar en nuestra asignatura, y que los resultados son excepcionales. Pero en España no, aquí todavía no. Y digo todavía porque lo lógico es que avancemos a una educación más práctica, menos dirigida. Para crear personas autosuficientes. Me encantaría que así fuese. Pero no, aún no es. Creo que el culpable de que muchos de nosotros no hayamos sido capaces de entender la asignatura ha sido el miedo a lo desconocido. El no querer participar de algo distinto, porque lo distinto, en muchas ocasiones, no da confianza. Porque creímos menos serio, me incluyo, a un profesor que nos coloca en esquinas para que expresemos aquello que creemos saber, que al que nos examina y si no sabemos lo que considera que debemos saber, nos suspende.

De todos modos, y como me comentó mi compañero Norberto, para Víctor, nuestro profesor, probablemente sea suficientemente satisfactorio el conseguir que unos cuantos alumnos, sean los que sean, en un futuro, serán profesores que buscarán hacer alumnos capaces de pensar. Le gustaría supongo, que algún día sus alumnos fuesen los que desconciertan en vez de los desconcertados. O mejor, que no consiguiesen desconcertar, porque su forma de enseñar fuese la común. Probablemente incluso, estará orgulloso de haber hecho pensar a los no tan implicados, el porqué de tanta diferencia de esta asignatura con respecto a las otras. De hecho, es la única persona en el mundo que, voluntaria o involuntariamente, me ha hecho plantearme el modelo de educación en el que nos encontramos, el cual crea 'máquinas de aprobar', en vez de personas capaces de pensar por sí mismos, la única persona y asignatura que me ha hecho intentar dar una explicación al porqué de mi falta de esfuerzo, comparándome con el zoquete de Penacc. Por cierto, con la lectura de Penacc dejó en evidencia la importancia de los exámenes, pues me leí el libro con un gusto que ni yo mismo esperaba, saqué conclusiones de su lectura, lo comparé con experiencias vividas, me hizo reflexionar... y sí, suspendí.

En definitiva, aunque esta asignatura no ha conseguido engancharme del todo, pese a que he estado presente y he participado en todas sus actividades, creo que ha sido enriquecedora más allá de los escasos contenidos tratados. Pienso que esta asignatura ha ido más allá de los contenidos, y que aunque no he conseguido entregarme al máximo, sí me ha hecho reflexionar mucho sobre todo los aspectos tratados. Pese a que le ha servido más a aquellos que han disfrutado mucho con ella, pienso que a todos nos ha servido en mayor o menor medida, y eso no ha ocurrido con todas las asignaturas, ya que muchas han pasado por nuestras vidas sin hacernos sentir o pensar nada. He de reconocer que no ha sido la asignatura que más me ha gustado y me da rabia, porque creo que por mi forma de ser, podría haberlo hecho mucho más.



Me resulta casi imposible ponerme una nota. No me creo con el derecho, ni la habilidad. Según con el rasero con el que midamos podría obtener más o menos. Como creo que para entregarte al máximo en una asignatura, esta debe de captar tu atención por completo, no me pondría una nota excesivamente alta porque no lo ha hecho, y por tanto, mi entrega no ha sido la mayor posible. Pero tampoco me pondría una nota baja o suspensa, pues creo que sólo con lo que me ha hecho pensar con las diferentes actividades, o sentir con el libro de Pennac, ya puede ser suficiente como para en un futuro formar parte del cambio que la educación reclama. Por todo esto, me pondría un 6.

Mi opinión, mi movimiento.

Como habréis podido observar, he hecho un cambio en el título del blog. Del antiguo ''Educando el movimiento'' ha pasado a ser ''Mi opinión, mi movimiento'', y creo que esta modificación merece una explicación para los lectores.

Durante los meses en los que este espacio lleva abierto, me era muy complicado encontrar temas de los que hablar, porque intentaba aportar algo más que comentarios tópicos o banales, vacíos de contenido. Intentaba hacer aportaciones que pudieran servir a mis compañeros para aprender algo nuevo, y pienso que la mayoría de ocasiones me faltaba capacidad o conocimientos suficientes sobre los temas tratados para conseguir tal propósito. Por ello, muchas veces redactaba entradas para el blog que no publicaba, precisamente para no hacer las llamadas ''entradas de paja'' que muchas veces comentamos en clase. Me daba mucha rabia esta situación, pues me encanta escribir. Escribir sobre lo que sea. Y esta asignatura me estaba brindando la oportunidad de hacerlo, y de que lo que escribo llegase a la gente.

Por todo esto, he decido cambiar el título de mi blog. Porque no considero que este ''educando'' a nadie en el movimiento con mis aportaciones al mismo, y lo que realmente me apetece es dar mi opinión, y estoy dispuesto a correr el riesgo de que no guste a mis lectores o que discrepen de ella. Y como mis opiniones vienen determinadas por mi experiencia, y mi experiencia esta totalmente relacionada con el deporte (el movimiento), he decidido darle el nombre de ''Mi opiníon, mi movimiento''. Espero que mis nuevas aportaciones sean de vuestro agrado, y puedan haceros reflexionar sobre los temas que traten.


Para estrenar este nuevo título, subiré una entrada con la autoevaluación ''final'' de la asignatura. Entrecomillando el término final, pues considero que esta asignatura no tiene porque acabar nunca. Nunca debemos dejar de pensar, que es lo que más hemos aprendido con ella, nunca debemos dejar de opinar, nunca debemos dejar de progresar, y nunca debemos dejar de creer en el cambio que la educación necesita, y por supuesto, nunca debemos dejar de trabajar para conseguirlo.

También, el entrecomillado se refiera a que aquí no acaba mi blog, continuaré dando opiniones, reflexionando sobre temas, y esperando vuestras respuestas. Al finalizar el mismo, subiré una nueva autoevaluación final, esta vez sin comillas, y comentaremos los contrastes con la actual. 

Un saludo, y ¡feliz navidad a todos! 


dilluns, 23 de desembre del 2013

Objetivo: Alejarse de lo excepcional.

En la actividad de clase ''Dar luz a las ideologías'', me tocó reflexionar sobre el tema del sexismo. Para ello, leí a fondo las lecturas que el profesor nos recomendó sobre nuestra ideología a defender, pero sobre lo que he decidido reflexionar en mi blog es sobre las experiencias que he podido vivir y observar relacionadas con este tema.

Mi vida está continuamente relacionada, ya sea directa (practicándolo o estudiándolo) o indirectamente (viéndolo o leyendo sobre él), con el deporte, y por ello, pensar en sexismo, me lleva a pensar casi únicamente en casos que ocurren en el mismo.

Desde muy pequeño, y hasta que la legislación lo permitió, en mis equipos de fútbol participaron chicas (al menos una por año), y pude observar como desde dentro del propio conjunto no existe ningún tipo de discriminación o infravaloración hacia ellas. Esto mismo lo puedo observar viendo a como todos los compañeros de mi hermana (es la única chica de su club de fútbol) le tienen un respeto imposible de mejorar. Por contra, es corriente que los equipos que no disponen de ninguna chica en sus filas, si que menosprecien a las chicas de otros equipos, aun estando a un nivel deportivo similar o incluso superior. Me ha ocurrido este año, escuchar a los niños de seis y siete años a los que entreno, decir a modo de mofa que el equipo rival ''tienen una chica'', dando por sentado que esta será de un nivel deportivo inferior.


Pienso que para que no exista la discriminación en el deporte, es importante que en iniciación no exista diferenciación por sexos, aprovechando que el físico es similar, o superior de las chicas porque maduran antes. Pienso también que es importante tener experiencias deportivas con gente del sexo opuesto para verlo como algo corriente, y no excepcional. Es evidente que no existen deportes de chicas y de chicos, y si existe una sociedad que así, desgraciadamente, lo dictamina. A mí, al menos, me enorgullece cada vez que veo una niña jugar con niños al fútbol, de la misma forma que lo hace ver a un niño disfrutar realizando gimnasia rítmica entre chicas. Debería ser lo normal, lo corriente, y no lo excepcional.


Aquí os dejo una imagen que creo que refleja todo lo contrario de lo que he comentado en mi entrada. Una imagen que expresa una absurda e indeseable diferenciación. Una imagen que nos aleja del objetivo deseado de la igualdad. Una imagen que discrimina. En mi opinión, repugnante.  

diumenge, 3 de novembre del 2013

La versión paternal.

Tras una discusión sobre mi esfuerzo y rendimiento escolar, animé a mi padre a leer el libro Mal de Escuela de Pennac, ya que como he dicho en otras entradas del blog, creo que puede servir de ayuda para entender algunas cosas sobre los estudiantes y aquello que los rodea. También, le insté a leer la entrada que había publicado en mi blog explicando (pese a que no tiene mucha explicación), en cierta medida, el porqué de mi falta de esfuerzo.

Leyó la entrada, y quiso publicar un comentario en mi blog, pero sus pocas habilidades informáticas le llevaron dice, a perder todo lo que había escrito, y lo solucionó enviándome un mensaje por Facebook (esto lo controla un poco más). Pienso que ya que habéis leído mi versión, sería correcto que también tuvieseis acceso a la suya. Comprenderéis que con mi entrada no pretendo echarme flores, ya que su respuesta no me deja en muy buen lugar, y cuestiona muchas de las cosas que cuento en mi entrada desde un punto de vista personal (el suyo es visto desde fuera, cerca, pero fuera).

Pues bien, aquí tenéis la respuesta:

Memorable tu relato sobre la ley del mínimo esfuerzo, etc. No, no es cierto que espere de ti un estrepitoso fracaso, de todas maneras el fracaso es muy difícil de cuantificar. Se puede ser el mas zoquete del mundo, esforzarse y no alcanzar todos los objetivos, como también se puede ser todo lo contrario y ampararse en.... "es que me gusta hacerlo bajo presión" y de esa forma justificar dos suspensos que sabes muy bien que con un poco mas se podían haber solventado y con los que has mandado al traste una beca. Sobre "la estrella" te diré que esta brilla proporcionalmente al esfuerzo que se realiza.

Antes con "la ley del mínimo esfuerzo" te era más que suficiente, diría que notable, porque la presión te era mucho más frecuente ya que en el instituto raro era la semana o el mes que no tenias algún examen o control, pero en la universidad la presión viene a muy largo plazo y en la que es muy difícil salir airoso. Quizás por eso ya no brille tanto tu estrella, porque la ley del mínimo esfuerzo viene muy de cuando en cuando.

Dices que tus esfuerzos lejanos a la fecha de examen serán vagos, insuficientes e inservibles y dices bien, serán, (hablas en futuro) porque esos esfuerzos hasta ahora no han llegado. ¿Has probado a esforzarte en la lejanía de los exámenes? Si no lo has hecho nunca no puedes poner calificativos a algo que no conoces. Simplemente no han existido.


Capaz de nada.

Para realizar la actividad sobre un fragmento del libro Mal de Escuela de Pennac, he elegido reflexionar sobre el fragmento que engloba a los capítulos 2 y 3 de la parte II del libro (Devenir). Lo he elegido porque me parece que de él se pueden aprender cosas, y porque pienso que es una situación en la que muchos padres se ven (incluyendo el mío). También lo he elegido porque pienso que puede proporcionar esperanza para aquellos padres y madres que se vean en esa situación, e incluso para darnos cuenta de que en un futuro podemos ser totalmente diferentes.

Infinitas veces he escuchado a mi padre decir 'si ahora eres así, no quiero imaginarme en un futuro...', y entiendo esa angustia (aunque el término me parece exagerado) porque creo que piensa que las cosas no pueden cambiar, que siempre serán igual, o peor. Un pesimismo que sinceramente no se de donde proviene, pues en lo conozco muy bien (como mi padre que es), y no lo es para nada en el resto de ámbitos. 

En este post, más que de estudios, me estoy centrando más en otros aspectos de la vida, como pueden ser el orden y la limpieza. Que mantenga mi habitación ordenada es uno de los puntos de conflicto habituales en mi casa, dependiendo de ello que obtenga mi paga semanal, y estableciendo unos poderes de decisión que pasan de mi padre a mi madre y viceversa, cuando se rinden ante la 'pocilga' en la que a veces se convierte mi habitación. Otra de las frases es 'que ya tienes xx años...' (siempre redondeando al alza para darle un toque de dramatismo mayor). En esta frase puedo observar un atisbo de esperanza, algo que le hace pensar que algún día puede cambiar, quizás porque el fue también tan 'desastre' (así me llama), como yo lo soy ahora, aunque se niegue rotundamente a admitirlo. En el fragmento que he escogido, hay una frase, que creo que explica claramente la situación en la que nos encontramos mi padre y yo, una relación de esperanza por el cambio y desesperación por la tardanza, que es: ''La mayoría  se representan el porvenir como una proyección del presente en la obsesiva pantalla del futuro.'' 

Creo que es la perfecta explicación ante la angustia de mi padre, creo que me imagina a mi de adulto, teniendo en mis manos una familia, una casa y un trabajo, y por supuesto, con mis características actuales, no me ve capaz. Yo tampoco. Ni mucho menos. Pero creo que es un error, creo que él con mi edad no sería lo que es ahora, nadie lo fue. Se puede cambiar a peor, pero lo normal, lo corriente es madurar. Ir adquiriendo esos pequeños o grandes detalles que te harán capaz. Capaz de cualquier cosa. Porque hoy por hoy, no soy capaz de casi nada. Y de lo que soy capaz es porque tengo gente (mi padre el primero) que me capacitan. 

Pennac, refirindose a la madre desesperada, a la humillada, a la furibunda, a la que no cuestiona a nadie pero vitupera a la sociedad que se desmorona, a la que no ha hablado con ningún profesor, y a la que los ha asediado a todos, a la que teme la reacción del padre, a la que llora en silencio, a todas... les dijo: ''No pierda la cabeza, nada ocurre como está previsto, es lo único que nos enseña el futuro al convertirse en presente''. Y yo, hoy, se lo digo a mi padre.


dimecres, 30 d’octubre del 2013

Gym Form 8. // Jamón 5 Bellotas.

En la práctica de hoy, el profesor nos ha propuesto realizar una actividad que consistía en realizar un contraanuncio que contrastase con el que él nos ha propuesto. No he podido encontrar el anuncio en castellano, pero a poco que hayamos visto algún anuncio de teletienda, podremos imaginarnos, e incluso darle el tono adecuado, la voz  y las palabras del mismo. A continuación, os propongo el anuncio, y el contraanuncio en forma de parodia que hemos propuesto mis compañeros Martín Quílez, Josep Benedito y yo.


¿Cansado de quitarte las mujeres de encima? ¿Aburrido de ser la envidia de tus compañeros de gimnasio? ¿Agobiado por ser el centro de atención en la piscina? Dale un giro a tu vida y pide ahora nuestro Jamón 5 Bellotas, acompañado de un surtido de ibéricos con el que lucirás los michelines que tanto has deseado.

Con él, le aseguramos que no tendrá más problemas a la hora de elegir con quien irse a la cama cada noche, porque no tendrá donde elegir. Y es que nuestro producto ha sido premiado por la AGS (Asociación de Gordos Sebosos) como el mejor 'panzoestimulador' del mercado. Si llama ahora, recibirás dos lotes de ibéricos con sus dos jamón 5 Bellotas, con los que tendrás que cambiar todo tu fondo de armario, pero tontos no somos, le cobraremos los dos.

Incluso le ayudaremos a obtener el mayor de los beneficios, serás abandonado por tu mujer, que se irá con el actor del anuncio del Gym Form 8, y podrás disfrutar de tu cervecita (no incluida en el precio) apoyándola en su monstruosa tripa. ¡Llame ahora!


dilluns, 28 d’octubre del 2013

La Ley del mínimo esfuerzo, el estudio bajo presión y mi estrella.

Hoy, en clase, he sentido algo muy parecido a la frustración (no me atrevo a decir que me he sentido frustrado, no quiero, no me gusta). En resumidas cuentas, no he sido capaz de superar una prueba de lectura de un libro que había leído (según lo que yo entiendo por leer, quizás para otros no lo he hecho).

He de reconocer que no soy una persona aplicada en exceso. No lo soy para nada en realidad. Estoy abonado a aprobar con la Ley del mínimo esfuerzo. Dicha ley me sirvió para llegar a la universidad sin ningún tropiezo (suspenso) en ningún curso, y con nota suficiente para estudiar lo que quería. Para nada estoy alardeando, no me siento orgulloso, aunque realmente, tampoco me avergüenza. Leyendo el libro que no he leído, me sentía identificado con el autor y protagonista, pero creo que no podría calificarme de 'zoquete', sin unos malos resultados académicos, muy buenos casi siempre, por cierto.

Repito, no estoy para nada orgulloso de mis hábitos de estudio, me encantaría hacerlo más, y mejor, por supuesto. Me gustaría dedicar más tiempo a lo que en un futuro no muy lejano debería darme de comer, no sólo por el hecho de vivir de ellos, si no de disfrutar con ello. Quizás sí soy un zoquete, porque digo que me gustaría, está en mis manos, y sin embargo... en fin. Me sentí identificado con Penacc también en el momento que cuenta que su madre sigue temiendo por su futuro, pensando que no conseguirá nada, aún siendo el ya un profesor y novelista consagrado. Constantemente, oigo a mi padre (y digo oigo, porque ya he aprendido a no escucharlo, pese a que hacerlo sería lo más apropiado) quejarse de mi poca dedicación a lo que hago, con más insistencia conforme se acerca la época de exámenes. Dice que tengo 'estrella', y en ocasiones, siento que espera un estrepitoso fracaso por mi parte, para poder echarme en cara todo lo que no he hecho, o lo que he hecho y no tenía que hacer.

Otra de mis características a la hora de estudiar, es que me gusta hacerlo bajo presión. Me explico. Necesito saber que la fecha de entrega o de examen está cerca, para ponerme en serio con la materia. Todos mis esfuerzos lejanos a la fecha serán vagos, insuficientes e inservibles. Comprobado. Y sí, leí el libro. lo hice el fin de semana de antes de la fatídica prueba, de la cual no voy a cuestionar su eficacia. He suspendido y lo asumo, algo habré hecho mal. Pero sí me gustaría decir que me parece, como ha dicho el profesor, algo demasiado objetivo, que no creo que es lo que busque casi ningún autor. No da cabida a la interpretación, a contar lo que te ha hecho sentir y pensar la novela. Por esto, agradezco la oportunidad que nos brinda el profesor con la siguiente actividad sobre 'Mal de escuela'.

Me gustaría concluir explicando, que la ya explicada ley por la que muy a mi pesar me rijo, implica la obligación auto-impuesta de realizar todas las tareas obligatorias, como era la lectura de este libro, el cual me cautivó al principio (llegando a mencionar en redes sociales, citas de aquel zoquete), y dejó de hacerlo más tarde, quizás por eso no he pasado la prueba, pero no quiero sentirme del todo culpable, lo he leído. Hablaré más sobre la lectura en la próxima actividad, y lo comentaré con mis lectores.

Tenía que decirlo, gracias!

dimarts, 22 d’octubre del 2013

Mucho más que deporte.

Hace unos días, debatiendo el concepto de educación, se llegó a la conclusión de que la escuela es el único lugar al que se va, única y principalmente a ser educado. En mi anterior entrada, comenté que para mí la educación debe estar presente en cualquier contexto y que el proceso de educar, por supuesto, también.

El profesor puso el ejemplo de que tú no vas al gimnasio a que te eduquen, pero mi forma de verlo, es que en cierto modo sí lo haces. Te educan en el contexto necesario para convivir con el resto de personas que comparten la instalación. Por ejemplo, a colocar las mancuernas y los discos en su sitio una vez han sido utilizados, a esperar tu turno a la hora de usar una máquina que está utilizando otro compañero. Todo esto se presupone que no es necesario enseñarlo, y con la misma experiencia se aprende. Por lo tanto no habrá educadores, pero sí educados. O los habrá, pero lo harán de forma pasiva, es decir, con su propia actuación educada, educarán al resto que están por educar. Incluso los monitores podrán corregir actitudes que falten a las normas del gimnasio.

El deporte te da unos valores en la vida, que son imposible adquirir si no lo prácticas. El deporte te enseña el valor del trabajo en grupo, del esfuerzo y de respeto a las reglas. El deporte te ayuda a cooperar y comunicarte con los compañeros. El deporte te premia con victorias, y te da la posibilidad de aprender de las derrotas. El deporte te enseña a seguir al líder, a ser un líder. 

A continuación les dejo un vídeo, en el que podrán ver lo realmente importante del deporte, y espero que coincidan conmigo en que es mucho más que eso, mucho más que deporte.



dilluns, 21 d’octubre del 2013

¿Qué es educar?

Considero que explicar que es educar es una tarea sumamente complicada como para realizarla en un único folio, y limitándome a usar las aproximadamente ochocientas palabras que ha impuesto el profesor. De hecho, dudo que pudiese hacerlo aunque no tuviese límite.

La educación está en todas partes, o mejor dicho, debería estarlo. Para establecer una sociedad civilizada (considerando que, hoy por hoy, la hemos conseguido), ha sido necesario seguir unas normas sociales mínimas que pasan de mayores a pequeños, por lo que se le presupone la labor de educar a los adultos. En principio, los padres tienen la obligación de educar a sus hijos, es decir, de enseñarles a aplicar las normas sociales de las que ya hemos hablado. Pero, en mi opinión, los padres no son capaces de explicar y enseñar estas normas en todos los contextos de la vida. Por ejemplo, como entrenador de fútbol de niños de 6 y 7 años, considero que mi labor es más la de un educador deportivo que la de un entrenador, y en ese aspecto, me considero más capaz de trasmitir esos valores que un padre, que lo lógico es que mire únicamente por su hijo, y no podrá aplicar los valores de un grupo, la identidad de un equipo...

Por todo esto, mi opinión es que en cada contexto habrá unos educadores, y no se debe pretender que ni padres, ni profesores, ni entrenadores... monopolicen de manera individual la labor de educar, si no que lo harán entre todos los 'mayores' que rodean a cada 'pequeño', cada uno en su contexto, y lo realizarán de forma simultánea.

En definitiva, la labor de educar es demasiado amplia e importante, y debemos implicarnos entre todos para que las generaciones que están por venir sean debidamente educadas.

dimecres, 2 d’octubre del 2013

¿Sólo es un cuerpo?.

En mi primera publicación del blog, me gustaría presentar el tema del cuerpo especular, ya que me ha interesado cuando ha sido expuesto en clase.

Lo primero que voy a hacer es hablar un poco sobre los cuatro tipos de cuerpos que existen, para una vez mencionados y brevemente explicados, centrarme en comentar el cuerpo especular. El primer tipo de cuerpo es el disciplinado, el cual es ausente de deseo y predecible, y requiere de un gran autocontrol. Sus campos más importantes son el deporte y la salud. El segundo sería el cuerpo dominante, es contingente y ausente de deseo. Necesita de la fuerza y la relación de común-unión contra los otros. El tercero sería el cuerpo comunicativo que es el cuerpo idealizado, y se rige por la relación de unión-común para los otros. Por último, y del que hablaremos más a fondo, está el cuerpo especular. Busca la forma y teme la desfiguración, produce deseo.

Hablamos del cuerpo especular, como la imagen ideal de una persona que todos ansían alcanzar, y paradójicamente, es inalcanzable. Cada cultura tiene sus ideales corporales establecidos, y sus miembros suelen esforzarse por alcanzarlos. Es, en mi opinión, una continua búsqueda de la aceptación social, de la integración en contextos que 'exigen' unos atributos perfectamente definidos y equilibrados. Para adquirirlo, se siguen diversas estrategias, como dietas, deporte... y una excesiva obsesión, en ocasiones, puede llevar a trastornos tanto psicológicos como alimenticios como serían la anorexia y la bulimia.

Son los espejos, pues, los mejores (o peores) compañeros en la búsqueda de ese ideal corporal, y es que es muy usual ver constantemente tanto a hombres como mujeres pasarse mucho tiempo frente a él, comparándose, buscando defectos y posibles mejoras para acercarse al cuerpo perfecto. Resulta gracioso, que es prácticamente imposible pasar por delante de un espejo y no mirarse, no comprobar si todo está correcto, bien colocado y en su sitio. Y digo que resulta gracioso, porque por muchas veces que nos miremos siempre somos los mismos, la misma persona en el mismo cuerpo, y aun así, parece que pretendemos asegurarnos de que somos nosotros. El resto de animales, por ejemplo, al verse en un espejo no se reconocen, no son capaces de averiguar que son ellos mismos quien están viendo reflejados, y es por ello que se dice que no tienen identidad, no tienen conciencia de cual es el cuerpo que los 'contiene'. Por ello, un Chihuahua es capaz de enfrentarse a un Rottweiller sin darse cuenta de que no saldrá bien parado.

En el siguiente vídeo les muestro una divertida muestra de como reaccionan los animales ante un espejo, es decir, ante sí mismos, ante su cuerpo.


¡Nos vemos pronto!


Presentación.

¡Hola a todos! ¡Encantado de entrar en la Comunidad Edmov! Como autor de éste blog (que no dueño, ya que es de todos, porque os invito a todos a participar), me presento. Soy Lucas Collado López, alumno del segundo curso del grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

Dedicaré el blog a reflexionar sobre las actividades y temas que tratemos en la asignatura de Educación del Movimiento, con el profesor Victor Pérez Samaniego, tomando como punto de apoyo el blog que él mismo modera.

Para finalizar la presentación, os invito, como ya he dicho, a participar en el blog comentando todas mis publicaciones para hacer críticas, ya sean constructivas y destructivas, siempre con el objetivo de mejorar y aprender entre todos. Espero que os sea agradable la lectura de mis publicaciones, y por supuesto, que os sirva para cualquier ámbito de vuestra vida.